lunes, 24 de octubre de 2011

Un poco de documentación...


Un poco de documentación...

Para una aproximación a la rave vamos a proceder, cumpliendo con lo que se nos propone, a realizar una revisión de algunos artículos que podemos encontrar en la red sobre el hecho a estudiar.

Hemos seleccionado una variedad de textos que a nuestro parecer, reflejan las principales líneas de investigación a las que se ha prestado atención a la rave como fenómeno. Unos analizan las relaciones de género, otros, describiendo las concepciones de espacio y tiempo y destacando su potencialidad política. En general, todos los artículos que vamos a presentar, comparten una característica común y es la visión optimista del hecho, y más que eso, la sobrevaloración de alguna de sus dimensiones.


Síntesis: El ilegal rave de Ilardi ( http://www.ccapitalia.net/reso/articulos/dance/illegalrave.htm) y la rave como rizoma ( http://rave-rizoma.blogspot.com ).

Una rave implica para muchos una territorialización, con una finalidad política según Ilardi, que podría cuestionarse , y que, según nos dice este italiano, se opone a las dinámicas de producción-consumo: poniendo como ejemplos el hecho de que la rave se realice en una fábrica, con la carga simbólica que implica esto, sobretodo si tenemos en cuenta a la fábrica no como un lugar sino como una institución central de la sociedad moderna. Nosotros somos de la opinión de que esto que Ilardi propone no puede enunciarse como regla, sino más bien como potencialidad, es por ello que no dudamos del hecho de que puedan existir raves con potencialidad política, y que se opongan a las dinámicas de porducción-consumo, pero no obstante, esto dependerá de como se produzca esa reterritorialización de la cultura y de las subjetividades en el contexto social concreto.

Por ello, si hablamos de una rave, que se articula en una zona cercana a una ciudad que posee un mercado nocturno (discotecas, salas de conciertos) aparentemente plural y concurrido, donde los medios para producir el evento se concentran en manos de aquellos que trabajan en el mercado de la noche, es de esperar cierta lógica instrumental de maximización del beneficio por parte de éstos, y también que el hecho pueda concebirse como una expansión del mercado negro, que cubre aquello a lo que el mercado no llega, donde no obstante tiene lugar unos intercambios sociales desiguales típicos de lógicas de producción y consumo hegemónicas.

Entonces, esquematizando para no irnos por las ramas, la territorialización de una rave implica dos factores, como señalan Ilardi y otros: de una concepción del tiempo y del espacio particulares, y ésto se da incluso en aquellas raves como las descritas en el párrafo anterior. Y quizás sea una característica transversal a todas las raves.

El tiempo aparece como congelado, o más bien, relativizado, en la medida en que escapa a los tiempos sociales establecidos, otorgando (en mayor o menor medida) la posibilidad de construir los tiempos sociales en la rave subjetiva y libremente, sin imposiciones externas al individuo. Así como el espacio se manifiesta como un territorialización de una potencia emocional subjetiva, y como una liberación de ese territorio da pie a la posibilidad de un nuevo contrato socialentre los participantes.

Bien, esto es el ideal utópico normativo. Pues esto se presenta como pontencialidad y no como hecho, sí, es cierto que puede darse, y que esto significaría un potencial político de la rave en cierta medida, si esto conllevara prácticas colectivas, modos de estar en colectividad capaces de oponerse al arbitrio cultural y a las relaciones de intercambio social dominantes.


Síntesis: la visión psomoderna y las relaciones de género (documento base del comentario: http://www.bdigital.unal.edu.co/2635/. Tesis de Montenegro.


En el trabajo del antropólogo Montenegro encontramos un acercamiento al hecho desde una visión posmoderna: “Los principales ingredientes de este tipo de fiestas son la música techno y el baile, además del consumo de drogas sintéticas, aunque algunos de sus asistentes no las usan. Es a partir de la fiesta, como lugar de encuentro, donde se proporciona el lugar de experimentación para la conformación de la escena techno. Es allí donde se crea y se recrea la música y la estética ” .

Es sin duda una visión restringida de la rave, que ya desmiente Ilardi en el articulo anteriormente citado : "La cultura techno [..] no sería nada más que el resultado del sincretismo de sonidos electrónicos y los ravers a su vez una hibridación entre modas pop, cyberpunk, psicodélica, un poquito de reggae, un puñado de cultura india, añadir hip-hop, hippie, algo de mayo francés, mezclarlo todo y…. El error es considerar las culturas juveniles solo en su aspecto superficialmente estético y otra vez poner todo al mismo nivel sin matices. Que vivimos en un sistema cultural sincrético es evidente; se trataría de analizar además dónde, cómo y quién produce sincretismos.

Pero lo que realmente nos interesa de éste autor es el análisis de género que hace de la rave. Para Montenegro el hecho rave “cuestiona, en la práctica, la heterosexualidad obligatoria. En el rave hay cabida para otras sexualidades, otras formas de ser y estar en el mundo, distintos a los hegemónicos”. En nuestro trabajo, en contra de ésta forma de ver optimista aquí descrita, analizaremos, en una entrada posterior, los mecanismos de reproducción del patriarcado, semejantes a los que funcionan en el mundo de la noche, existentes en la raves, y como se potencia, en algunos casos, la participación de una “mujer florero” que acompaña a la fiesta.
Si bien es cierto lo que dice Montenegro de que no producen rechazo (al menos manifiesto) las conductas que se salgan de la heterosexualidad obligatoria, debemos decir que tampoco ésta se cuestiona, sino que, a nuestro parecer, se amplía la forma de ver la sexualidad a cuatro etiquetas : heterosexual, lesbiana, gay y bisexual. Con esto queremos decir que son reconocidos e integrados aquellas personas que se identifiquen con cualquiera de las anteriormente mencionadas tendencias sexuales, pero ésto no supone la superación total del patriarcado, sino el hecho de que sea posible que se de ser de sexo hombre y tener un rol femenino. Digamos más bien, que el patriarcado sólo se supera en el margen de la cuestión sexual, ya que los roles femenino y masculinos se siguen distribuyendo en las relaciones sociales dadas en el hecho.

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